martes, 18 de noviembre de 2008

Los infartos lacunares pueden ocasionar deterioro cognitivo

Los infartos lacunares no son tan benignos como hasta ahora se los había considerado académicamente. Dos estudios del Hospital Sagrado Corazón y de la Universidad de Barcelona han demostrado que se asocian al deterioro cognitivo leve y a atrofia en ciertas áreas del cerebro.


Pacientes que han sufrido un primer infarto lacunar pueden presentar deterioro cognitivo leve relacionado con una mayor atrofia en ciertas regiones del cerebro, según ha explicado Marta Grau-Olivares, primera firmante de dos trabajos sobre este tipo de infartos, que se publican en la edición electrónica de Journal of Neurological Science y en la versión impresa de Cerebrovascular Disease.
Ambos son producto de la tesis doctoral que la neuropsicóloga Grau-Olivares, doctorando de Neurociencias y becaria de la Universidad de Barcelona (UB),está preparando sobre los infartos lacunares.También son autores de estas investigaciones Adrià Arboix, jefe clínico del Servicio de Neurología que dirige Joan Massons en el Hospital Sagrado Corazón y responsable de la División de Enfermedades Vasculares Cerebrales de dicho servicio, y David Bartrés y Carme Junqué, del Departamento de Psiquiatría y Psicobiología de la UB.
Dos gruposEn el estudio de Cerebrovascular Disease se analizó una muestra de 40 pacientes que habían sufrido un primer infarto lacunar y se les siguió durante un mes.A todos ellos se les sometió a una batería de test neuropsicológicos, gracias a los cuales la muestra estudiada se subdividió en dos grupos: uno que cumplía criterios de deterioro cognitivo leve vascular y otro que no.Asimismo, se estudiaron otras variables que pudieran explicar el deterioro en los sujetos que cumplían los criterios, utilizando la Voxel-Based Morphometry, una técnica de tratamiento de la imagen que permite analizar vóxel a vóxel el tejido cerebral (sustancia gris, sustancia blanca y líquido cefalorraquídeo) y detectar cualquier anomalía.

De esta forma se pudo observar que los pacientes con un primer infarto lacunar y con criterios de deterioro cognitivo leve tenían mayor atrofia que los que habían sufrido uno de estos episodios pero no cumplían los criterios.En concreto, estos pacientes padecían atrofia bilateral en el giro temporal medio, en las regiones occipitoparietal bilateral posterior y frontal derecha e izquierda, incluyendo el cingulado posterior, así como el cerebelo; y también una reducción del volumen del hipocampo."Se habían visto enfermos de Alzheimer con deterioro cognitivo leve de tipo neurodegenerativo, que sería como un pródromo del Alzheimer.

Pero no se había visto después del primer ictus lacunar un deterioro cognitivo leve y que esta afectación cognitiva no sólo es vascular, sino también un factor neurodegenerativo", ha dicho Grau-Olivares.De tipo silenteSe desconoce, no obstante, si estas lesiones en el cerebro son previas al infarto o posteriores. "Es probable que estos pacientes hayan sufrido otros infartos lacunares muy pequeños, de tipo silente", ha comentado Grau-Olivares.

Tras estos hallazgos se ha seguido a los pacientes durante un año y medio, y después se les ha sometido a las mismas evaluaciones con el fin de saber si mejoran o empeoran. Los resultados están siendo analizados ahora.En el estudio que se publica en Journal of Neurological Science se ha observado que estos pacientes tienen más probabilidades de sufrir síndromes vasculares clínicos como los síndromes lacunares atípicos y hemiparesis materna pura, de peor pronóstico.'(Cerebrovascular Disease 2007; 23 (5-6): 31-361 y Journal of Neurological Science 2007 (Epub. ahead of print)'.Implicaciones de los hallazgos en la prevención .

Los libros de texto clásicos de Medicina describían y describen los infartos lacunares como pequeñas lesiones de menos de 15 milímetros de diámetro y supuestamente benignas, a diferencia de otras lesiones, causantes de apraxia, afasia y agnosia; tras los dos estudios que se publican ahora deberían revisarse, a juicio de Adrià Arboix."Estos trabajos rompen con un concepto establecido, ya que el 55 por ciento de estos infartos lacunares causan deterioro cognitivo leve y más alteraciones en la sustancia blanca; no sólo las vasculares, sino también la atrofia observada con la Voxel-Based Morphometry, no causada por el propio ictus y que es un componente concomitante", ha afirmado.

"Los infartos lacunares no son, pues, lesiones tan benignas. Hay que ser muy cautos porque pueden ser el preludio de una demencia vascular de tipo subcortical", ha destacado.Marta Grau-Olivares ha añadido que la demencia vascular es la segunda demencia en prevalencia y causante de mayor mortalidad que el Alzheimer y de un gran número de casos de dependientes.Debido al gran impacto de esta demencia y a las últimas evidencias obtenidas por el Hospital Sagrado Corazón, este centro se ha implicado en un ensayo clínico de prevención secundaria del pequeño infarto subcortical, impulsado por la Universidad de San Antonio, financiado por el Instituto Nacional de Salud (NIH) de Estados Unidos y dirigido por Óscar Benavente

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